Dificultades de la traducción literaria


Como cualquier otra categoría, la traducción literaria plantea dificultades y problemas propios en función del género literario que se traduzca.

La poesía en la traducción literaria

Dicen que la poesía constituye uno de los retos más especiales para los profesionales de la traducción ya que en este género literario se espera del profesional que traslade no solo el contenido sino también, y de una manera muy especial, la forma de los poemas. Partimos de  la base de que muchas veces la poesía es muy subjetiva y no todos los lectores perciben las mismas sensaciones al leerla.

El poeta estadounidense Robert Frost definió la poesía como «aquello que se pierde en cualquier traducción». Con esta frase, el literato hace referencia a la magia y al valor abstracto que se pierde cuando se traduce a otra lengua. Y no solo eso, sino que la forma y la estructura de una poesía se pierde ya que es imposible que en el idioma de destino la métrica y la rima de las palabras, entre otros aspectos, sean exactamente las mismas. De hecho, Roman Jakobson, lingüística y semiótico ruso, afirmó que la poesía es intraducible por definición.

Imposibilidad de traducir figuras retóricas

Las figuras retóricas y los juegos de palabras son otros de los afectados a la hora de realizar una traducción literaria. Esto se convierte en un problema y una complicación para el traductor ya que el significado buscado por el autor a través de las imágenes retóricas se puede perder al realizar la traducción. Por ello, muchas letras de poemas no se traducen literalmente buscando equivalentes término a término, sino que modifican  para acoplarlas a la estructura original.

¿Se deben traducir los nombres de los personajes?

Otra de las dificultades que se plantean a la hora de traducir un género literario es qué hacer con los nombres de los personajes, lugares o determinados objetos o criaturas inventadas por el autor de la obra original. Por ejemplo, en los libros de J. R. R: Tolkien el nombre Bilbo Bolsón es una traducción del original Bilbo Baggins. Jon Snow se conoce en su versión en español como Jon Nieve en la saga de «Canción de Hielo y Fuego» de George RR Martin. Mientras que en los cómics de X-Men (traducidos en un principio a «La Patrulla X»), el clásico Wolverine se tradujo a español como Lobezno.

Estos cambios de nombres a veces responden a que no siempre los nombres originales encajan con la sociedad de destino, por no comprenderse el motivo o trasfondo su versión original o por ser muy complicados de pronunciar en el idioma de destino. Por otra parte, muchos autores se sirven de los nombres propios para reflejar  un aspecto de la personalidad del personaje.

¿Cómo se traduce la creatividad?

La creatividad literaria interviene durante la redacción de la obra, pero también durante la traducción de la misma. Esta creatividad está ligada al tono y forma de la obra original. Una de las máximas que los traductores literarios deben recordar siempre es que todos los elementos del texto trabajan juntos creando una relación dialéctica dentro de la obra, relación que debe reproducirse de manera fiel en el texto de destino.



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